LA ACRÓPOLIS DE ATENAS (ll)
Si observamos las estatuas de la diosa Atenea a sus pies se encuentra la serpiente, clara alusión a la Acrópolis, así como la lechuza su animal favorito.
En un principio la Acrópolis se llamaba “Glaucopión”, lugar del mochuelo. Homero refiriéndose a la diosa la denominaba como “la de los ojos glaucos” , esto es, la de los ojos gris-verdosos, color de los ojos del mochuelo. No se sabe por qué se asimiló al pájaro, su predecesor en la colina y por qué tomaba casi el aspecto de mochuelo, al revelarse a los mortales.
Un acontecimiento muy importante en la vida de Atenea, en tiempos de Cecrops, fue el enfrentamiento de la diosa con Poseidón, ambos se disputaban el patrocinio de la Acrópolis. Los dioses determinaron conceder este honor, a aquel de los dos pretendientes que creara una cosa que fuese más útil para la ciudad.
Poseidón golpeó la tierra con su tridente y de esta salió el caballo, emblema de la guerra. Atenea de un golpe de su lanza salió el olivo, símbolo de la paz. Los dioses se inclinaron a favor de Atenea y la ciudad se llamó Atenas en honor a la diosa. Otra versión del origen del nombre de la ciudad de Atenas, como siempre la mitología se mezcla con la realidad.
Cuando se aunaron todos los poemas de homero en el siglo VII a C, Atenas era una ciudad de mediana importancia, sin embargo, el santuario de Palas Atenea, su Acrópolis, ya comenzaba a ser famoso. Pero no se tiene una clara idea de su disposición general antes de las guerras Médicas. No se sabe con certeza si contenía varios templos, o si todos los cultos se hallaban reunidos en uno solo.
La Acrópolis convertida en una bateria turca
Temístocles viendo el avance de los persas y la inminente caída de Atenas, aconsejó a los atenienses el abandono de la ciudad, recomendándoles que de las dos deidades femeninas que se encontraban en el templo, una quedaría en la Acrópolis; la otra, la Atenea Polias se la llevarían los atenienses. Al regresar Temístocles con sus conciudadanos a Atenas, tan destrozada estaba la Acrópolis, que no se animaron en reedificar el antiguo templo. Temístocles tenía proyectado construir un templo que debía tener 100 pies de largo, que se le llamó “Hecatómpedón” edificado en la parte más alta de la Acrópolis; sus cimientos se han reconocido debajo del Partenón con una pequeña diferencia, que el Partenón que edificara Pericles, era más corto y ancho que el templo de Temístocles.

El Partenón se edifica en “plena época clásica” que se desarrolla tras la finalización de la Segunda Guerra Médica contra los persas. Para construir el Partenón, el edificio que pretende Pericles, reaprovecha los materiales de mármol blanco del Pentélicol, cosa que resultaba extraña, ya que el mármol había sido utilizado solo para las esculturas y relieves arquitectónicos. El Partenón es todo blanco, incluso las tejas, como en los templos cicládicos, en la actualidad su color blanco a enrojecido por el paso de tiempo. Debieron emplearse en la obra alrededor de 14.000 bloques de piedra cuidadosamente tallados, para que encajaran a la perfección los sillares entre si, ya que iban unidos por grapas de plomo fundido. No se utilizó ningún tipo de cemento o argamasa para su construcción.



Los frontones fueron lo último en realizarse, en uno de ellos aparece la lucha de Atenea con Poseidón por el dominio de Ática. Todos ellos hacen alusiones a la mitología griega. Refleja los hechos heroicos, fiestas, amores, poderes sobrehumanos…

Hoy se encuentran en el British Museum, de Londres.
PD. Algunas fotografias son sacadas de Internet. si molestan avisadme y se quitaran..