miércoles, 28 de octubre de 2009

LA ACRÓPOLIS DE ATENAS (II)




LA ACRÓPOLIS DE ATENAS (ll)

Si observamos las estatuas de la diosa Atenea a sus pies se encuentra la serpiente, clara alusión a la Acrópolis, así como la lechuza su animal favorito.

En un principio la Acrópolis se llamaba “Glaucopión”, lugar del mochuelo. Homero refiriéndose a la diosa la denominaba como “la de los ojos glaucos” , esto es, la de los ojos gris-verdosos, color de los ojos del mochuelo. No se sabe por qué se asimiló al pájaro, su predecesor en la colina y por qué tomaba casi el aspecto de mochuelo, al revelarse a los mortales.

Un acontecimiento muy importante en la vida de Atenea, en tiempos de Cecrops, fue el enfrentamiento de la diosa con Poseidón, ambos se disputaban el patrocinio de la Acrópolis. Los dioses determinaron conceder este honor, a aquel de los dos pretendientes que creara una cosa que fuese más útil para la ciudad.

Poseidón golpeó la tierra con su tridente y de esta salió el caballo, emblema de la guerra. Atenea de un golpe de su lanza salió el olivo, símbolo de la paz. Los dioses se inclinaron a favor de Atenea y la ciudad se llamó Atenas en honor a la diosa. Otra versión del origen del nombre de la ciudad de Atenas, como siempre la mitología se mezcla con la realidad.


Cuando se aunaron todos los poemas de homero en el siglo VII a C, Atenas era una ciudad de mediana importancia, sin embargo, el santuario de Palas Atenea, su Acrópolis, ya comenzaba a ser famoso. Pero no se tiene una clara idea de su disposición general antes de las guerras Médicas. No se sabe con certeza si contenía varios templos, o si todos los cultos se hallaban reunidos en uno solo.

 La Acrópolis convertida en una bateria turca

Temístocles viendo el avance de los persas y la inminente caída de Atenas, aconsejó a los atenienses el abandono de la ciudad, recomendándoles que de las dos deidades femeninas que se encontraban en el templo, una quedaría en la Acrópolis; la otra, la Atenea Polias se la llevarían los atenienses. Al regresar Temístocles con sus conciudadanos a Atenas, tan destrozada estaba la Acrópolis, que no se animaron en reedificar el antiguo templo. Temístocles tenía proyectado construir un templo que debía tener 100 pies de largo, que se le llamó “Hecatómpedón” edificado en la parte más alta de la Acrópolis; sus cimientos se han reconocido debajo del Partenón con una pequeña diferencia, que el Partenón que edificara Pericles, era más corto y ancho que el templo de Temístocles.

En el año 447 a. de C. bajo la supervisión de Fidias y con Ictino y Calícrates, como arquitectos, se comenzó a edificar el monumento más grande y suntuoso de la Grecia continental, una de las obras más bellas y complejas concebida por la mente humana. Templo destinado a albergar una estatua monumental de oro y marfil de más de 11 metros de altura, elaborada en técnica crisoelefantina de la diosa Atenea Parthenos (virgen y protectora de la ciudad a la que le dio nombre). El naos o “hecatompedón” (el nombre de Partenón no lo tomará hasta el siglo IV a C.) es de una complejidad sin precedentes. Es un monumento atípico, extraño, da lugar a múltiples interpretaciones, despertando todo tipo de controversias y conjeturas.

El Partenón se edifica en “plena época clásica” que se desarrolla tras la finalización de la Segunda Guerra Médica contra los persas. Para construir el Partenón, el edificio que pretende Pericles, reaprovecha los materiales de mármol blanco del Pentélicol, cosa que resultaba extraña, ya que el mármol había sido utilizado solo para las esculturas y relieves arquitectónicos. El Partenón es todo blanco, incluso las tejas, como en los templos cicládicos, en la actualidad su color blanco a enrojecido por el paso de tiempo. Debieron emplearse en la obra alrededor de 14.000 bloques de piedra cuidadosamente tallados, para que encajaran a la perfección los sillares entre si, ya que iban unidos por grapas de plomo fundido. No se utilizó ningún tipo de cemento o argamasa para su construcción.

La cella, o santuario, del Partenón es muy ancha, con una columnata en forma de pi rodeando la estatua, una anchura inusual que obligaba a ensanchar la base del Partenón. Con los tambores ya tallados y esta anchura de la cella, se ha de construir un edificio ostástilo. Ocho columnas en las fachadas principales y diecisiete en las laterales. El empleo de una cubierta a dos aguas genera en cada uno de los lados menores un amplio espacio triangular, el frontón, cuyo perímetro exterior aparece recorrido por una cornisa saliente, de modo que el espacio interior o tímpano, queda libre para ser ocupado con esculturas.

Tras la primera fachada de columnas se abren dos pórticos con hexastílos. Las columnas del opistodomo, o pórtico posterior son jónicas o quizá rematadas con capiteles protocorintios. Un friso corrido, recorre al exterior el muro alto de la cella y las proporciones de las columnas del Partenón son mucho más esbeltas que las columnas dóricas. Todo esto resulta muy extraño en un edificio dórico, si le añadimos que la mayor parte de las líneas que esperamos que sean rectas, son curvas, que las cuatro esquinas están ligeramente elevadas para evitar la visión de la escalera interior, los intercolumnios no tienen la misma medida…Son “los refinamientos ópticos” que hacen del edificio, un edificio vivo, único, ni dórico ni jónico sino autóctono, como los atenienses de la época de Pericles.

La iconografía del Partenón, es la más extensa de todos los templos concebidos hasta entonces. Los frontones están decorados con cincuenta esculturas de bulto redondo. Las metopas están esculpidas en altorrelieve, noventa y dos en total. Un friso rodea toda la cella en bajo relieves, un total de ciento sesenta metros. El cerebro del complejo programa pudo haber sido Fidias, pero por aquel entonces se hallaba realizando una estatua de Zeus para Olimpia. Los artífices de la construcción del templo fueron los arquitectos Ictino y Calicrátides y Fidias el autor de la diosa Atenea. Al ser tan compleja la iconografía del Partenón, vamos a dar un breve repaso al friso por ser la obra de arte mejor conservada. La mayoría de los críticos coinciden que es la representación de una fiesta, las “megala panathenaia”, las grandes panateneas que se celebraban cada cuatro años en Atenas, donde se ofrecía peplos bordados por vírgenes a Atenea. La mayoría del friso está ocupado por jinetes y carros, después aparecen los participantes de la procesión portando ramas de laurel, hidrias, músicos, mujeres con quema perfumes… A lo largo del friso aparecen dioses, la fundación de Atenas… un lugar donde se mezclan dioses y héroes, no es más que la representación de la concordia y armonía existente entre los atenienses y entre ellos y los dioses.

Los frontones fueron lo último en realizarse, en uno de ellos aparece la lucha de Atenea con Poseidón por el dominio de Ática. Todos ellos hacen alusiones a la mitología griega. Refleja los hechos heroicos, fiestas, amores, poderes sobrehumanos…

La Acrópolis que conocemos, es el resultado de la limpieza de restos de edificios antiguos producto de las invasiones sufridas. En el año 1687, los venecianos lanzaron una bomba que hizo blanco en el Partenón. Los turcos lo habían convertido en polvorín, pensando que nadie se atrevería a destrozar una obra de Ictinio y Fidias, que ya en la antigüedad empezaba a ser considerada una obra de arte. La explosión hizo que se esparcieran los destrozos por toda la ciudad, el Partenón había quedado destrozado y sus fragmentos esparcidos por toda la ciudad, llegando incluso a la parte baja de la Acrópolis. Morosini el veneciano que había realizado la masacre quiso llevarse un recuerdo y eligió las pocas estatuas que habían quedado en pie, pero con tan mala suerte que al intentar cogerlas se estrellaron contra el suelo. Algunos fragmentos fueron recogidos por los oficiales y así empezó el expolio del Partenón cuyas esculturas se encuentran en museos europeos. Pero el saqueo más salvaje fue el de LORD ELGUIN que no dudó en arrancar esculturas de los frontones, metopas enteras, una cariátide del Erecterion…
Hoy se encuentran en el British Museum, de Londres.



PD. Algunas fotografias son sacadas de Internet. si molestan avisadme y se quitaran..

8 comentarios:

  1. Ya me he pasado por el blog. Es interesante porque la teología también tiene algo que decir. Ahora voy a leer esta historia maravillosa que nos regalas hoy. Y menudo culta voy a ser...
    Un abrazo!

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  2. ¿Culta tu? ¡vamos anda! La que se está cuiturizando contigo, soy yo. Estudie filosofía en 6º y en magisterio, entonces no me gustaba, cuando dej´e de estudiarla me enccantaba y me sigue encantando. Así que tienes Proserpina pararato.
    Un abrazo. Proserpina

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  3. Proserpina, no me olvido de ti aunque no te ponga comentario, y entro a echar una ojeada a tus entradas, como dice arriba Carmen, que nos culturizas, pero mis conocimientos e interes por ellos son 'flojillos', por lo tanto, no me considero apta para hacer ningún comentario. Un abrazo.

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  4. Mi querida Fina, más que los comentarios me interesas tu. y eso que no eres apta se lo dices a quien no te conozca, a mi no me engañas, así que no te me pierdas, que te me estás perdiendo en el mundillo de internet. Hoy he estado en la puesta de sol del Albaicin, desde el mirador de San Nicolás y me he acordado de tu amigo Espadafor, por la fuente de la plaza del Cementerío de S. Nicolás y el aljibe . Te transporta a otros mundos.
    Un abrazo.Proserpina

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  5. !Que suerte!, ese lugar me encanta y en la puesta de sol, más aún. ¿Has hecho fotos?
    Un abrazo.

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  6. Muchs muchas y muchas. Es el cielo en la tierra, la luna llena sustituye a la media luna, sus faldas de pinos verdes y tornasoladas, colores de otoño y al fondo se escucha el cantar de las campanas al atardecer. Un besazo Proserpina

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  7. Sigo por aquí, leyendo en tu blog. Es una gozada disfrutar del Arte a través de tu arte en selecionar y realizar estos posts tan buenos...Historia, escultura, (acabo de ir a una exposición de Rodin y veo que también incluyes en el sidebar una imagen de su obra "El beso"), y música... Mientras te leo y escribo escucho entusiasmada a Maria Callas y a Di Stefano...¡Un lujo estar en tu casita virtual!, mejor dicho en tu palacio virtual.

    Un abrazo.

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  8. Buenos días Chelo, gracias por tu visita y por el ánimo que me das. Yo también he estado en una exposición de Rodin, en la calle, en el centro de Granada, fue maravilloso hacer ese tipo de exposiciones para que lleguen a todo el mundo.

    Un abrazo Proserpina

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