sábado, 24 de septiembre de 2011

3 comentarios:

  1. La verdad es que prefiero mis arruguitas (ue pá eso me las he ganado, viviendo), que usar baba de caracol o de serpiente. Sólo de pensarlo me pongo mala. Prefiero no saber de dónde procede la nutritiva que me pongo:)

    Oye, Guille, que, que fotos más grandiosas. Me gusta admirar la parsimonia de los caracoles. A ver si se me pega algo de su paciencia:)

    Besossssss

    ResponderEliminar
  2. Pero tu sabes la cntidad de SA que
    estás perdiendo? además estos tienen la peculiaridad de ser románticos, son más efectivos.Y cuando te cansas los guisas o los congelas para otra ocasión. Sale muy barato, en cabina te costaria el tratamiento1000 euros y sabe Dioscuanta se lo han puesto.¿a que no te convenzo?

    Un abrazo con hojas caducas amarillo tostado. Guille

    ResponderEliminar

Comentar