jueves, 10 de diciembre de 2009

HISTORIA DEL ABANICO





EL ABANICO



El abanico en manos femeninas no ha sido el arco iris del pavo real – ahuyentador de brujerías – de damas griegas y romanas, ni el plumero del faisán usado en la antigua China, ni las plumas de avestruz que refrescara a las bellas de Nínive y Persépolis, ni las miniaturas que usaron la Pompadour y María Antonieta, ni el pai - pai criollo, evocador de rumbas…El abanico guardado en vitrinas, museos, coleccionistas pueden ser eso. Pero el abanico que charla, tiembla, suspira en manos de una mujer es otra cosa, tiene un significado distinto. El abanico en manos expertas y coquetas saben arrancarle notas tiernas, maliciosas, apasionadas, traviesas, celosas… ha tenido a la vez dos facetas: paloma mensajera y sagaz halcón de caza y pesca.

En sus paseos palaciegos y al compás de la dulce música del vals, del minué y bailes de la época, aprende a trenzar movimientos significativos y picarescos en el aire.


Si las sensaciones y los sentimientos nos traicionan, involuntariamente, antes que por el rostro, son las manos las que nos traicionan, manos frías, palmas ardientes, puños que se crispan, y ¿Quién sostiene el abanico y le imprime nuestros estados de ánimo?, ¡como no va a tener su lenguaje el abanico!

Al compás de las modas y del crujir de las faldas cambia el abanico de forma y fisonomía. Las mujeres de España gustaban en el siglo XVI de los abanicos de pluma, redondeados y grandes, con mangos de oro, utilizados por Isabel la Católica, su hija Juana y las damas de la corte y de terciopelo blanco el abanico de María de Portugal que trajo consigo, al venir a España para casarse con Felipe II, y muy coqueta cubriose el rostro con el abanico al enterarse que su futuro esposo la observaba escondido a su entrada a Salamanca. Por un retrato de la princesa en el Museo del Prado sabemos que es la primera dama que utiliza el abanico de varillas plegable.


Según la tradición, el abanico fue puesto de moda en Francia por la española Reina Ana de Austria, de aquí se extiende al resto de Europa siendo objeto obligado tanto para la aristocracia como el pueblo. No exista mocita que el abanico no lo lleve como el velo para ir a la iglesia. Pero como toda moda desaparece, mejor dicho “ya no se lleva”, aunque fue cetro de feminidad y bandera de españolismo.



El lenguaje del abanico es más fino que el lenguaje del bastón, porque era un lenguaje de conspiración de amor, no de conspiración política. En el lenguaje del abanico existían frases de amor maravillosas, vulgares, tímidas, audaces de las que podían servirse la coquetería y la prudencia, el noviazgo y la traición, provocando duelos.

Si apoyase los labios en el baraje del abanico significaba desconfianza y equivalía a: “No me fio” o “Nos Vigilan”…

Si la dama se abanicaba con lentitud demostraba indiferencia.

Si se abanicaba con la mano izquierda decía a su galán “con esa no coquetees”.

Pasarse el abanico por la frente fingiendo quitarse algo de ella, el ademán amoroso imploraba “No me olvides”. Dándose golpecitos en la frente significa una interrogación mimosa “¿Me olvidarás?”.


Cuando el galán paseaba por la calle donde ella vivía y ella se asomaba al balcón y se abanicaba quería decir: “espérate, que ahora bajo”. Si en el salón, al entrar, ella cerraba ruidosamente el abanico, indicaba al pretendiente que no saldría de casa.

Pasar el dedo por la varilla era:”tenemos que hablar enseguida”. Jugando con un dedo entre las varillas pasando entre ellas la uña quería decir: ”Te quiero más que nunca”…

El lenguaje del abanico es mucho más amplio que lo expuesto aquí y podéis encontrar diálogos de todos los tonos y colores; pero esta historia es única, ya que está sacada del Suplemento de la revista Blanco y Negro en su número 34 de lanzamiento. Si el primer nº se emitió en 1898 aproximadamente, este suplemento se pasa en edad al centenario, y si está firmado el primer artículo por Carmen de Icaza, con ese lenguaje que ahora nos resulta cursi, es una pieza de Museo.


“Sobre los escotes lechosos y entre un comprensivo guiñar de brillantes supo latir según el color del tiempo. Con tibio rumor de hojarasca perfumada. Con aletear de mariposas de ilusión. Con decires de fuentes en jardines lunares. Con bullicioso susurro de colmena rellena. Con crujir de celosía que se entorna. Con brusqueza final de telón…”

En este precioso fragmento de su artículo,  nos define el amor de hace casi dos siglos.


PD. Las imágines son sacadas del suplemento.

10 comentarios:

  1. Me has recordado a los Locomía, jeje...
    Pero no conocía nada del lenguaje del abanico, ni tampoco de su historia, la verdad, me ha gustado, aunque ahora como mucho sólo lo usemos (y poco) para refrescarnos un poquito cuando hace bochorno.

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  2. Llevas toda la razón,pero hay una pequeñíiiiiiiiiiiiiiiisima diferencia, que unos los utilizan como apoyo de su actuación y otros son unos ligones, se contonean con arte y salero para comunicarse con su media naranja.

    Un abrazo muy fuerte Proserpina

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  3. Gracias por este post. Me ha gustado mucho y lo voy a estudiar.
    A lo mejor me hago con un abanico y me pongo a practicar ese lenguaje sutil y delicado...
    Un beso!

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  4. Carmen cuando tu te hagas de un abanico chulo me lo dices que yo buscaré otro y te propongo hacer una carrera sobre el lenguaje a ver quien consigue más seguidores.

    Un abrazo Proserpina

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  5. Había oído hablar del lenguaje secreto del abanico. Sé incluso que se han sacado colecciones donde se explicaba. Esta aclaración que nos has hecho me hace reflexionar, qué lenguajes existirán hoy en día, quizás también secretos, a los que apenas prestamos atención.

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  6. Muchos lenguajes existen secretos y secretos a voces a los que no prestamos atención,nos hacemos los ciegos y los sordos por conveniencia.

    Un saludo Proserpina.

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  7. ¡Qué bonito! Preciosa la exposición sobre un tema tan mágico y delicado. El lenguaje del amor siempre es el más sublime, estoy bien de acuerdo.
    Un guiño para ti. Besazos.

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  8. Tu amplio abanico de poemas,si son un guiño descarado al lenguaje actual, excelente e inimitable, donde cabe todo incluso el amor, pero sin Cupido.

    Un abrazo Proserpina

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  9. Un post muy interesante. Gracias a temas tan interesantes como éste, Internet merece la pena.

    ¡Enhorabuena por tu blog Proserpina!

    Besitos.

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  10. Gracias Anónimo por tu visita y por tu interés porque se mejoren los temas de internet

    Besitos Proserpina

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