LUIS XV Y LA CORTE DE VERSALLES ( I )
De la vida amorosa y de poder de emperadores y reyes existe una vasta bibliografía y un conocimiento público, más o menos novelesco, muy difundido. Con solo ojear por encima la historia, nos encontramos con la vida licenciosa que llevaban algunos soberanos. Ejemplos, sin ir más lejos, tenemos a Enrique VIII de Inglaterra, los soberanos de las ciudades-estado de la Italia del Renacimiento, los Luises franceses del siglo XVIII, cuyas favoritas tanto influyeron, positiva o negativamente, en el destino de Francia.
Los amores extramatrimoniales reales no suponían un escándalo, eran públicos y aceptados por el pueblo sin mostrar ningún tipo de objeción; era lógico que no hubiera censura ante tal comportamiento real, porque la mayoría de estos reyes estaban casados por cuestiones de Estado e influenciados por las nuevas corrientes filosóficas y económicas de la época, que conllevaba la pérdida de los valores humanos y relajación de las costumbres.
El gobierno de la Nación pasa a manos de privados y favoritas, que van dejando las arcas del Estado vacías, las guerras, la mala administración, el lujo de la corte… todos estos hechos influyen de tal manera en el pueblo, que se levanta contra el tirano, desembocando en la Revolución Francesa y sus trágicas consecuencias. Esta es la Francia que deja de herencia Luis XV, protagonista de esta exposición, a su nieto de Luis XVI
El hecho de conseguir una favorita al rey suponía un suculento negocio para los miembros de la Corte y os aseguro que en la búsqueda de dicho staamorestus, entraban a formar parte padres, madres, tíos, primos/as y que decir la propia aspirante a favorita, sobrellevando con altruismos tan honorable quehacer en espera de la elección y retribución correspondiente. Esta recompensa podía ser un simple ducado, marquesado, castillos, grandes extensiones de terreno, en total minucias.
En alguna ocasión, estas mujeres eran mucho más importantes que la Reina, cuya misión era traer un heredero a la corona. En Francia se les llegó a crear un título para ellas: maitresse en trite. Si eran lo suficientemente inteligentes entretejían infinidad de conspiraciones para dominar el carácter del Rey, o desbancar a la actual favorita. Las reinas, la mayoría toleraban la situación, no les quedaba más remedio. Si tenían alguna ascendencia sobre el heredero, muerto el rey, su venganza era tremenda. Hubo alguna de ellas que contrajeron matrimonio con su amante el rey, pero eran bodas morganáticas , no podían ser reinas, ni sus hijos sucesores
Estamos hablando de una época, en la que Francia ya en decadencia, cansada de los numerosos cambios tanto en lo político, como religioso, literario, costumbres, etc se haya regida por un monarca, Luis XV, que debido a su desconocimiento político, aquejado de apatía, misantropía y aburrimiento, lleva a su país a una situación política difícil de encauzar
Luis XV fue un Rey inteligente, pero de carácter débil y voluble, poseía una sexualidad de superhombre, además de atender a su esposa hasta la extenuación, amén de satisfacer a sus favoritas, operaba en serie con las muchachas que sus cortesanos le preparaban. Ya viejo, abandona por completo sus obligaciones como Monarca de los franceses, dejando la nación en manos extrañas y permitiendo que las concubinas participaran en asuntos de gobierno, consagrando los últimos años de su vida a su pasatiempo preferido: los placeres. Podemos decir que es el paradigma de los donosos amadores.
Entre las favoritas oficiales destacan, la condesa de Mailly, la marquesa de Vintimille, la Pompadour y madame Du Barry. Estas dos, fueron las que más presión ejercieron en su vida pública y privada y ayudándole a dejar vacío el Erario Público.
Habría que saber qué hacen los monarcas de los diversos países hoy en día, jejejeje
ResponderEliminarY este comportamiento de los reyes fue lo que llevó a muchos paises a unas guerras civiles en las que se derramó mucha sangre para quitar a la monarquía.
ResponderEliminarEn esta semana donde se acunan tantos sentires, deseo la disfrutes de acuerdo a tus intimas creencias.
ResponderEliminarNos veremos el domingo de Pascuas!!!
Cariños
Azusa como se nota que no ves la caja tonta, ni lees revistas del corazón, gracias a Dios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algaire sin ir más lejos la Revolución Francesa y menuda la que se formó, jugaban al futbol con las cabezas de los aristócratas.
ResponderEliminarUn abrazo y un miau
Abuela Ciber gracias por tus deseos y el ánimo que das con tu presencia cibernética.
ResponderEliminarSi el tiempo nos acompaña lo intentaremos y nos veremos el domingo de Resurrección.
Feliz Semana
Buena entrada, guillermina. Desde luego para atender a tantas señoras Luis XV debía ser un superhombre. Lástima que no prestara tanta atención a su pueblo como a sus favoritas.
ResponderEliminarFelices vacaciones, guille. Un abrazo.