domingo, 14 de febrero de 2010

CARTA A MIS HIJOS (DE UNA MADRE DEL S XXI)

CARTA A MIS HIJOS ( DE UNA MADRE DEL S XXI )

Mis queridos hijos:

El día que me veais mayor y ya no sea yo, tened paciencia e intentar entenderme.

Cuando, comiendo, me ensucie, cuando no pueda vestirme, tened paciencia. Recordad las horas que pasé enseñándooslo.

Si, cuando hablo con vosotros, repito las mismas cosas mil y una vez, no me interrumpáis y escuchadme.

Cuando erais pequeños, a la hora de dormir, os tuve que explicar mil y una vez el mismo cuento hasta que me quedaba dormida, siempre me dormía yo antes que vosotros.

No me avergoncéis cuando no quiera ducharme, no me riñáis. Recordad cuando tenía que perseguiros y las mil excusas que inventaba para que quisierais bañaros

Cuando veais mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, os pido que me deis el tiempo necesario y no me miréis con sonrisa burlona. Os enseñé a hacer tantas cosas: comer bien, vestiros… y de cómo afrontar la vida, muchas veces son producto del esfuerzo y la perseverancia de los miembros de la familia.

Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, dadme el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo no os pongáis nerviosos, seguramente lo más importante no era mi conversación y lo único que quería era estar con vosotros y que me escucharías.

Si alguna vez no quiero comer, no me obliguéis. Conozco bien cuándo lo necesito y cuándo no.

Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar… dadme vuestra mano amiga de la misma manera en que yo lo hice cuando disteis vuestros primeros pasos. No retiréis la mano con crema imaginativa cuando veáis que pierdo el equilibrio y caigo sin fuerzas sobre las olas del mar de la vida.

Y cuando algún día os diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no os enfadéis. Pero dejadme que yo decida para que no os quede remordimiento de haber cometido un crimen. Algún día entenderéis que esto no tiene nada que ver con vuestro amor, ni con el mío.

Intentad entender que a mi edad ya no se vive, sino que se sobrevive y más con mi enfermedad.

Algún día descubriréis que a pesar de mis errores, siempre quise lo mejor para vosotros y que intenté preparar el camino que debíais hacer.

No debéis sentiros tristes, enfadados o impotentes por verme de esta manera. Debéis estar a mi lado. Intentad comprenderme y ayudarme como yo lo hice cuando empezasteis a vivir.

Ahora os toca a vosotros acompañarme en mi duro caminar. Ayudadme a acabar mi camino con amor y paciencia. Yo os pagaré con una sonrisa, y con el inmenso amor que siempre os tenido. Sacrificando mi vida sentimental, mi futuro de pareja, para evitaros el sentiros relegados a un segundo término.

¿Qué daño os he hecho para este deseo que os ronda la cabeza?
Se que lo que os pido caerá en saco roto, pero ¿Cuántas veces os habéis pasado noches enteras sin acostaros para cuidarme en mis enfermedades?

Ahora os necesito, ahora que mis males no me dejan vivir una vida plena, no digáis nada, se vuestra respuesta: arréglatelas como puedas y me habéis hecho el vacío en vuestras vidas.

Si he de morir dejadme que venga cuando tenga que venir, no pongáis vosotros los medios ya me los pone la vida.

Os quiero, hijos míos. Os quiero desde el primer momento, aun antes de la fecundación ya en mi mente os abrazaba como se abraza una rosa entre los dedos, suave, con ternura y cerraba los ojos y me aislaba de lo que me rodeaba, buscaba la soledad dichosa, la buscada para disfrutarla yo sola.

¡Que felicidad sentía al acariciar vuestra piel sedosa! No rechacéis con asco, estas manos rugosas, ásperas, a veces con manchas y temblorosas, porque antes eran las que os acariciaban y sentíais ese placer.

Os amo, y os amaré siempre aunque no exista correspondencia, pero no adelantéis mi muerte, que venga sola y tranquila.

Un abrazo de una madre cualquiera.

PD Hoy me fui a comer fuera,a la vuelta abrí los correos y me encontré este pps, no pensaba publicarlo, pero es lo que está ocurriendo en nuestra sociedad. Recibido por correo .Gracias Bea


9 comentarios:

  1. Ésta carta dice más que lo que en ella se puede leer. Dice mucho de una sociedad bastante desagradecida y distante. Fuera complicaciones...
    Pero tampoco se puede generalizar. Así que vamos a abrir un crédito a la esperanza y al amor
    Un abrazo, NINA.

    ResponderEliminar
  2. Es muy triste, pero más triste es aún que hay muchos hijos que no tratan a sus ancianos padres con el cariño y respeto que se merecen y que ellos sí les dieron.

    ResponderEliminar
  3. Qué frágiles somos los seres humanos, no por perder nuestras capacidades físicas o mentales, sino por perder la memoria, cuando queremos hacerlo. Qué poca fibra interior, rechazar esas manos que te han abierto la luz de la vida.
    La vida es tan cruel a veces, seguramente con quien menos se lo merece.
    Qué razon tienes, querida Quillermina, qué sociedad tan deshumanizada y desalmada la nuestra.
    Bravo por tu sensibilidad. Besazos, querida amiga.

    ResponderEliminar
  4. Mis queridas amigas por ahora no puedo contestaros ni visitaros, el ordenador tiene un animal humano que lo maneja como quiere, creo yo, porque ocurren cosas muy raras. Un abrazo Guillermina.

    ResponderEliminar
  5. Me impresionó mucho esta carta, quizás porque aún está muy reciente la muerte de mi madre y me la recordó un montón.
    Un abrazo y que tengas un buen día.

    ResponderEliminar
  6. Carmen por meter las narices donde no me importa me he visto involucrada en una situación desagradable, cinco hijos reunidos para dejar al padre en una residencia, lo llevaron engañado y hoy ya lo han dejado interno,el esperaba irse a su casa. Un pez gordo del Juzgado, les ha dado una posición social y económica fuerte...dejo la ventana abierta a la esperanza.

    Azusa conozco muy bien tu forma de pensar y la sensibilidad y amor que rebosa tu corazón. Un fuerte abrazo.

    Elena querida el amor va perdiendo puestos en nuestras vidas y poco a poco va dejando paso, sin ser consciente, al egoismo, ambición, a la ingratitud.¿que podemos esperar?. Un besazo.

    Mi querida Leo, a ti no se que decirte porque eres ejemplo de esa entrega sin límites de amor filiar. Cosa que está fallando muy mucho en nuestro tiempo. Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Es la vida, los cambios.
    Pienso que hay que saber aceptar esta +epoca en que los valores humanos se han ido perdiendo.

    Aún quedan familiar formadas que atienden a sus mayores con cariño, pero existe ese deterioro que a algunos les sucede y considero que es difícil poder convivir.

    En lo personal lo tengo asumido, con una sonrisa solo les digo que tena una ventana que mire el cielo, porque la niña que esta dentro mío se sentira así acompañada.

    Cariños

    ResponderEliminar
  8. Abuela Ciber te he visitado y se que eres una persona muy positiba, incluso buscas en esta situación, tu rayo de luz infantil.

    Estando ya en la edad crítica, y como he hecho en otras situaciones también críticas, no se me ocurrió otra idea que conocer de cerca, in situ, las "habladurías" de esos retiros, y allí me fuí un fin de semana, de jueves a martes y conviví esos días con ellos.

    Me quedo corta el dolor que yo vi y el egoismo y tranquilidad con que los hijos planeaban la permanencia de su padre en la residencia, llevado para que pasara el fin de semana y lo han dejado permanente.

    ¡Que alegría en esa cara cuando los veia, que dolor expresado en el temblor de sus manos.!

    Cinco hijos y a ninguno se le partió el alma
    Con una situación económica como para tener el padre 10 acompañantes. Eso si la residencia recien estrenada y de lujo.

    ¿Donde está el amor?

    Un abrazo y gracias por visitarme.

    ResponderEliminar
  9. Gracias Guillermina por tus comentarios y esta respuesta.

    Tengo 67 años y por suerte por ahora no tengo ideas infantiles, bien lo planteo en mi blog de Tercera Edad: una realidad.

    Soy positivista y trato de ver las cosas con un poco de optimismo, pero no vivo por suerte por ahora en una burbuja.

    Por eso es mi continua chachara que nos tenemos que preparar para ser adultos mayores y tratar de vivir por nuestra cuenta el mayor tiempo posible, no vejetar sino vivir.

    Tampoco podemos pedir cariño cuando no lo hemos dado.

    En lo personal, vengo de una generacion que cuido a sus padres, y mis hijos a sus abuelos.
    Pero como te decia no pretendo que ellos asuman cuidado respecto a mi.
    Si bien son buenisimos al igual que mis nueras.

    Te agradezo el tiempo que te has tomado conmigo y espero que podamos seguir compartiendo nuestros sentires, ya que es una grata forma, pienso yo, de seguir creciendo.

    Recibe mi cariño.

    ResponderEliminar

Comentar